El pasado jueves acompañé a Jose Manuel de
dRuta y a
Rocio, para realizar un tramo de la
Via Augusta.
Habiamos quedado a las 7 de la mañana en la estación de tren del Puerto, para ir hasta
Utrera. Pero como en Chiclana no hay tren ni autobús que me llevara hasta alli, me levanté temprano y pedaleé hasta Puerto Real, por la via rápida, la carretera....haciendo mi primera nocturna de Chiclana-Puerto Real :). A las 6:30, de noche, habia llegado a la estación...y es que me habia adelantado, creia que iba a tardar más.
Ya habia hecho 20 kilómetros.
Jose Manuel llegó y fuimos a Utrera, donde nos esperaba Rocio, conocedora de esas tierras. Rocio, al igual que yo, habia empezado con la bici hace aproximadamente un año, y casi llevaba lo mismo de kilómetros, algo más de 3000. Ella habia diseñado el tramo que ibamos a recorrer hoy, asi que los tres partimos de Utrera hacia el
Puente de las Alcantarillas.
Llano. ¡¡Llano por fin!! Echaba de menos ver el amplio horizonte, de pedalear usando algo más que el plato chico y piñón grande. Y es que el mes de Castril me ha marcado con esas subidas rodeada de montañas.
Circulamos por un carril paralelo a la via del tren, del que me comenta Rocio, tiene su historia negra para los ciclistas (se murieron algunos por el camino)...lo máximo que nos pasaria, dije yo, seria un "
par de pinchazos".
Luego de pedalear al lado de un canal, llegamos al puente.
El Puente de las Alcantarillas es de origen romano, de piedra ostionera por donde pasaba la Via Augusta. De hecho, viene inscrito, podremos leerlo si bajamos a observarlo,
Augustus Pontem. Lástima que no se pueda leer la inscripcción que hay en el otro lado, el cual ya ha sufrido en demasia los altercados del tiempo. También se encuentra alli los restos de una antigua torre.
Partimos de alli, no sin llevarme un regalito de recuerdo. Al parecer, me acerqué demasiado a un avispero, cosa que no le hizo gracia a sus guardianas, de las cuales una llegó a acertar y picarme. Con lo que odio a las avispas....menos mal que esta vez no sufrí ninguna reacción alérgica, como la última vez que me picaron en el brazo y se me puso el brazo Popeye.
Ibamos a seguir la ruta marcada, pero queriamos antes visitar
El Torbiscal, que estaba muy cerca de alli. Y llegamos.
¿Qué tiene de especial este lugar? Pues que actualmente, es un pueblo fantasma. Está abandonado.
El Torbiscal fue un poblado que se contruyó para los trabajadores de la finca, como tantos otros en la época, pero al parecer, fue un cortijo modelo, adelantado a su tiempo, donde su modelo de explotación agraria se convertió en un ejemplo a seguir.
Este poblado disponia de su propia escuela, incluso de un teatro-cine y casino. Curioso.
Al parecer, el pueblo se fue abandonando conforme se iban jubilando sus habitantes, ya que las casas no se volvian a repoblar con nuevos trabajadores, y el estado actual es de abandono. Si acaso, hay algunas casas que parecen estar habitadas, pero muy pocas. Una lástima, con la de gente que no tiene casa, y que se esté cayendo a pedazos este lugar.
Os dejo algunas fotos, y un video de los 60.
Salimos de aquel lugar con la promesa de rodar alli alguna peli de zombies o de terror (la coña que no falte XD) y seguimos nuestro camino, buscando algunas cañadas que resultaron estar invadidas por los campos (arrr, malditos invasores agonias!), pero al final, conseguimos seguir por un camino que nos llevó a
Maribañez (es bueno tener un gps a mano), por donde paseamos por un parque bastante chulo.
Habia que seguir, y nos dirigimos a
Los Palacios, por un carril genial, ya que está elevado sobre el terreno
. Tenia muchas ganas de llegar, y es que necesitaba urgentemente tomar una cerveza bien fria, pero un imprevisto nos hizo parar. Jose Manuel pinchó, alli en medio de la solana. Aplicó un spray del Decathlon que supuestamente arreglaba los pinchazos...pero fue inútil, ya que a escasos metros volvió a vaciarse la rueda. Todo lo que conseguimos fue un bonito y caro spray de espuma de afeitar XD.
Y yo me tenia que haber callado la boca. Mientras arreglaba el pinchazo, comentaba que hacia casi un año que no pinchaba, que solo había pinchado una vez, que he ido por terrenos chungos y no me habia pasado na....y va y cuando me monto en la bici para seguir, veo que mi rueda delantera
está vacia....¡¡imposible!!. ¿Qué posibilidades hay de que hable sobre el tema, e inmediatamente te encuentres con un pinchazo? ¡Pero si no pinché ni una sola vez en Castril, que iba por zona de piedras chungas de punta a toda velocidad en las bajadas, de lascas, encima de yerbajos secos, ramas y demás! De veras que voy a tener que creer en el
Karma, o en un dios muy cachondo. Que jodio XD. ¿Arrastraríamos el malfario de aquel carril maldito que iba junto a la via? Seria por lo que dije de "
un par de pinchazos". Jajaja.
Bueno, al final lo arreglamos y llegamos a los Palacios, donde nos refrescamos (yo me tomé dos birras) y seguimos el camino por la
Via Augusta. En esta parte, se relevó que efectivamente ibamos por dicha Via, ya que el camino estaba lleno de piedrecitas que pertenecerian a la calzada romana.
Empezó a apretar el sol, asi que era hora de terminar la ruta. Pedaleamos hasta llegar al poligono La isla, donde se puede divisar la
Torre del Herbero, y viendo que no podiamos visitarlo (había policías que bloqueaban el camino por vertido de algún compuesto químico) salimos de alli para ir a almorzar y descansar en una venta de Sevilla, no sin antes llevarme otro recuerdo de una avispa que pasaba por allí, dándome su gesto de cariño picándome en el cuello...vaya dia XD.
Fuimos hasta Utrera, donde nos tomamos un café mientras venia el tren que nos llevaría al Puerto, donde me esperaba Carmen para volver a Chiclana con su coche (gracias guapa).
Aquí os dejo las crónicas de Jose Manuel y de Rocio:
Al final, habia recorrido unos 80 kilómetros. Nos lo pasamos muy bien, un dia lleno de anécdotas y de visitas a nuestro pasado histórico :)