La parte chunga del día de ayer...

Bueno soy Cobeña, Vicente ha contado la parte bonita del día de ayer, la parte para recordar... pero hay una parte chunga. En las fotos y en la descripción de la salida se ve que cruzamos un puente blanco bien estructurado para que se pudiera pasar, ya que el puente "principal" estaba completamente destrozado por el caudal del arroyo que pasa bajo el mismo.

Pues bien, el caso es que a cosa de un kilómetro de éste primer puente blanco hay otro puente similar pero al que sólo se tiene acceso desde el camino que suponemos que es de senderismo (aunque vimos que está marcado como camino para bicicletas, suponemos que se equivocarían, el camino paralelo por el que íbamos es más ancho y tiene un firme mejor adaptado para bicicletas y además está prohibida la circulación de motos y coches) bueno, los dos caminos están separados por una pequeña valla hecha con troncos de madera, la típica que se pone en los pinares y tal, de una altura inferior a 1 metro, supongo. Viendo el segundo puente, decidimos seguir por el camino por el que íbamos, pero a la altura del puente vimos que la cosa era imposible, así que nos dispusimos coger las bicicletas y pasarlas al otro camino para cruzar el puente.

Todo lógico y normal, claro, hasta que al levantar la bicicleta e intentar cruzar me dio una contractura muscular en los lumbares y la cadera derecha que me impedía andar y doblar mi cuerpo... No se que movimiento extraño hice al pasar la valla o al coger la bicicleta, pero sea cual sea no debe hacerse porque me jodió completamente la espalda y la cadera y se jodió también el día de bicicleta tan perfecto y divertido que estábamos disfrutando. Siempre que voy a una ruta de senderismo y algunas veces que cojo la bici suelo llevar un bote de spray de Calmatel (algo similar al Reflex pero de marca "blanca") pero hoy no lo llevaba...

Así que me quedé en el camino de senderismo sin poder volver a saltar la valla para volver al camino por el que habíamos venido... Me tocó andar, lenta y dolorosamente, por el camino hasta que pude salir a unos 500 metros, de donde me dio la contractura, hasta un carril que daba acceso a la carretera Medina-Vejer. Cogí las llaves de mi coche, se las dí a Vicente y lo esperé allí como pude dejado caer sobre la valla y comiéndome el bocata (eran las 13:47)...

Lo peor es, como le dije a Vicente, la recuperación. Cuando llegamos a mi casa me apliqué el Calmatel y me tomé 2 pastillas que me recetaron hace poco, cosa de un año, que me dio algo parecido, pero ésa vez por manejar cosas bastante pesadas (cuando estuve trabajando reparando fotocopiadoras), las pastillas eran un relajante muscular y otra para el dolor. Acto seguido cogí una manta y me tiré en la cama, como es normal me quedé dormido. A las 5 me desperté, sólo en casa, con ganas de orinar y... sin poder levantarme de la cama, mi espalda era una tabla. A las 7 me volvía a despertar, con más ganas de orinar, ésta vez conseguí levantarme pero al estar 2 segundos de pie los dolores eran inhumanos y tuve que tirarme como puede en la cama. A las 8 empezó a llegar gente a mi casa (habían ido a comprar regalos de reyes, que les den por culo a los reyes...)

Mis hermanas insistían que me levantara, que me dejara de tonterías, mi padre que tomara agua con azúcar (claro...), mi madre me preguntaba cada 2 minutos si estaba ya mejor..., mi sobrino de 6 meses me miraba con cara extrañado y triste, nunca me ha visto mal en la cama (el único con cabeza...). Luego mis hermanas me dijeron que fuera al medico para que me pincharan algo, les dije que cómo me iba a meter en el coche, que intentaran que un médico viniera a casa o yo que se. Fueron a Urgencias con mi cartilla y mi DNI, allí el médico les dijo que llamaran al 061, el 061 dijo que iban a mandar a una ambulancia para llevarme al Hospital de Puerto Real para hacerme unas radiografías y pruebas y no se que más... el médico de Urgencias llamó al 061 y les dijo que no fueran tan exagerados, que si hacía falta él mismo se acercaba a mi casa y me ponía un megacalmante. 1 hora más tarde, a las 22:15, el medico de Urgencias llegaba a mi casa con un ATS y una ambulancia, por si las moscas, me inyectó algo que dolió mucho, me dijo que durmiera y que siguiera con las medicinas que había tomado por mi cuenta. A la media hora me levanté como pude y ande como Chiquito de la Calzada hasta el cuarto de baño y al fin pude mear y comerme un bocata de carne mechada, de pie. Después a la cama otra vez.

¿Qué nos enseña esto? Pues que hay que tener cuidadito en como se cogen las cosas y en los movimientos que se hacen y que es conveniente llevar algún calmante muscular en la mochila, siempre.

Bueno, para amenizar un poco la entrada, y porque si no lo pongo no sería yo, os dejo la cancion "Lumbares" del grupo Engendro