lunes, 7 de marzo de 2011

Creando Vinculos

En diciembre, Carmen y yo asistimos a unas jornadas muy interesantes en el que habia diversas actividades y talleres, de expresión e intercambios de ideas, orientadas a la juventud, bajo el lema "soy joven".


En esta III edición, nos propusieron crear mesas de debate y talleres espontáneas, presentándolas durante 20-30 minutos. Carmen y yo planteamos realizar una sobre el patrimonio natural que poseemos, desconocido e ignorado por muchos, tan cerca de nosotros, y cómo nos hemos ido alejando de nuestros orígenes, hasta tal punto de que haya niños que no sepan de donde procede realmente la leche que desayunan.


A cada presentación se le otorgaba una sala, donde iban llegando la gente que lo deseara. En la nuestra, empezaron a venir varias personas, donde debatimos sobre el tema. Observamos de que la gente realmente quiere salir de lo cotidiano y cambiar un poco su estilo de vida, ya que están hartos de que, para divertirse, haya que realizar siempre lo mismo y se tenga que consumir siempre, a un alto coste (salir de copas, ir al centro comercial, etc). Y es curioso que no se den cuenta de que, cerca de sus casas, hay todo un vasto mundo que explorar y descubrir, algo que sale muy barato y entretenido.


La gente va de ciudad en ciudad, con la carretera como única unión, y no salen de los núcleos urbanos. Y eso es lo único que se disfruta, la única porción de tierra. Pero alrededor, hay muchas cosas que ver. Cerca de nuestros hogares, entre una población y otra, hay miles de caminos, de carriles, de cañadas, de lugares, que se pueden transitar, ya sea caminando o en bici, disfrutando del campo en estado puro.


Las marismas que vemos desde el coche no son charcos ni pantanos apestosos. Esa es la concepción erronea que tenemos. En toda la Bahía de Cádiz, hay un entorno natural único, de gran biodiversidad. No existen solamente gaviotas, palomos, gorriones y águilas. Si prestamos atención, descubriremos que hay una gran variedad de aves, y que áquellas que metiamos en el mismo saco (hay muchos tipos de gaviotas, no sólo una), en realidad, son distintas, y en diferentes épocas del año.


¿Y los montes y montañas, bosques o campos? ¡Se puede ir alli! ¡Si! ¡No sólo existe la playa y la costa del turismo! Hay mucha gente que disfruta recorriendo estos lugares, otros realizan escalada, otros se pasean con la bici. Otras personas, disfrutan de los seres vivos que los habitan, observándolos y censándolos, ya sean plantas, insectos, mamíferos o aves. Y también los que disfrutan de su morfologia, de los minerales, de su historia geológica. Y todo esto es sano. Muy sano.


Pero hay algo que nos frena muchas veces. Que creemos que debemos de tener un equipo de la ostia y una forma física excepcional. Normal. Si todo lo que vemos son "pro", se nos quitan las ganas. Porque vemos a alguien en bici con toda la equipación, con una bici carbono no se qué de 3000 €, y que se hacen 100 km en 4 horas, que necesitas este batido y esta otra cosa, que hay que meterse en campeonatos, pagar una cuota, caminar 30 kilómetros en una jornada de senderismo....etc.

No digo que no se quiera llegar a esos niveles. La competición también se disfruta, y cada uno lo ve a su manera. Pero que no tengamos esa única visión. Que todo esto no hace falta para iniciarse. Que con una bici normal (¡miren la mia!) puedes ir a donde quieras, y para hacer senderismo, con un mochila y algo de ropa cómoda, tienes un mogollón de rutas y espacios cerca de tu casa para disfrutarlas, y no hace falta que puedas hacer 100 flexiones para realizarlas. Salid, y ¡disfrutad! ¡Que es barato y divertido!

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